Magrite

Magrite
¿No se caen estos señores?

jueves, 7 de abril de 2011

De qué hablan los señores del cuadro de Magritte

You may say I'm a dreamer
But I'm not the only one
I hope someday you'll join us
And the world will live as one
John Lennon, "Imagine"


De qué hablan dos hombres que dan un paseo por las nubes,
que no se han vestido para la ocasión,
(un traje negro, un abrigo negro, un sombrero negro 
y un bastón para apoyarse en ningún sitio).
Con ese aspecto solo pueden hablar de cosas graves
(política o economía)
y sin embargo pueden estar hablando
de que se han vuelto a enamorar cuando ya no se lo esperaban
o pueden estar hablando
de que si cuentan que caminan por las nubes
nadie les va a creer,
o pueden estar hablando
de que no saben a dónde van 
si en el aire no hay caminos,
pero poco les importa
porque se sienten tan felices y extrañados
como si se hubieran vuelto a enamorar
cuando ya no se lo esperaban
tan serios y a su edad.

martes, 5 de abril de 2011

Qué poco cuesta ser un poco amable



No cuesta nada ser un poco amable
(sobre todo hoy, que ha salido el sol y que hay más gente que de costumbre
paseando por la calle
o comprando en una tienda de decoración
una bicicleta verde de madera para ponerla en la estantería).
No cuesta nada atender
a un transeúnte que nos pregunta
cómo se llega al lugar donde perdió una ilusión
y decirle: siga todo recto y coja la primera a la derecha
al llegar a la plaza.
No cuesta nada sonreírle
a la chica que se ha quedado colgando en un árbol
al que había trepado para coger a su gato
que había trepado para coger un pájaro
que estaba en la rama porque tenía allí un nido
donde brillaban tres huevos (uno verde, uno amarillo y otro naranja),
y decirle a la chica: no te preocupes,
que viene ya un carpintero montado en un hipopótamo que toca el violín,
a rescatarte.
No cuesta nada ser amable
y guardar silencio en los lugares donde pone guardar silencio
y guardar silencio cuando alguien te pide que le escuches.

De entre todos los movimientos que podemos hacer los humanos,
incluido el de rascarnos la pantorrilla (cuando nos pica mucho o simplemente por hacerlo)
incluido el de subir de tres en tres las escaleras (si no son de mucha altura)
o el de correr hacia atrás (cuando nos percatamos de que nos hemos dejado algo en algún sitio y no queremos darnos la vuelta),
hay uno que se hace con los dos brazos,
que requiere un gasto de energía mínimo (aunque puede prolongarse, de forma que el gasto aumenta),
que nos aproxima mucho a otra persona
y no solo físicamente.
Quién no necesita un abrazo cuando algo o alguien
le ha pintado con rotulador una mueca fea en la cara,
como si nuestro cuerpo y nuestros brazos,
pudieran borrar la tinta que lleva ahora en la piel.

lunes, 4 de abril de 2011

Los becarios actúan en el corral de comedias







Este dibujo muestra una representación en el corral del Príncipe, uno de los teatros más importantes de Madrid en el siglo XVII. Eso sí, la ilustración no es de la época, sino ¿del s. XIX? La verdad es que ahora dudo si es del XIX o del XVIII..

Quizá la imagen más conocida de corral de comedias sea esta:


Es el corral de comedias de de Almagro (precioso lugar de la Mancha; cuando paseas por sus calles blancas parece que te vas a encontrar con don Quijote y Sancho  en cualquier momento). El corral fue descubierto y rehabilitado en los años 50 de la centuria pasada. ¿Qué es un corral de comedias? Pues, por decirlo rápidamente, no más que el patio interior de una manzana de casas en el que se colocaba una tarima que servía de escenario. Así de simple. Lo explica un poco más este vídeo (sorprende lo quietecicos que se están los mosqueteros en el patio y lo ordenado que parece todo):




El teatro del Siglo de Oro es uno de los fenómenos más ricos de nuestra cultura; suena perentorio, sí, pero creo que es difícil negarlo. Tenemos ingenios de la altura de Lope y Calderón, y obras de la maestría de La vida es sueño y El castigo sin venganza.. No pretendo hacer ningún aburrido resumen de un libro de historia literaria, ¡faltaría más! Solo quiero invitar a acercarse a estas breves obras (Lope decía que el español no aguanta sentado más de dos horas sin impacientarse, ¡y qué razón tenía! ¿Cuánto dura aproximadamente una película o un partido de fútbol? Pues así de rápido se leen también las comedias); hay en ellas lances de capa y espada, persecuciones, amores de lo más imposible, secreto y apasionado, hay graciosos llenos de gracia.. y también hermosas tragedias, para quien prefiera la emoción de la catarsis.

En la investigación de humanidades española trabajan en este momento varios grupos dedicados al estudio y edición de obras teatrales del diecisiete; juntos integran el llamado grupo TC-12 (el 12 es porque son 12; a los de letras las mates no nos dan para más..). Sus becarios hemos puesto en marcha este blog donde hablamos sobre aspectos relacionados con el teatro áureo. Le echamos ilusión, cariño e ingenio y puedo presumir de que a algunos compañeros les han salido cosas interesantes. Nuestro patio de comedias bien merece un vistazo (por si queda alguna duda, no cobramos entrada...).

sábado, 2 de abril de 2011

El mundo es un lugar mucho más amable de lo que parece

Las cosas no son como nos las han contado.

Una mañana de enero el dictador de Egipto se deslizó por la vertiente de una pirámide como si de un tobogán se tratase y mientras descendía a toda velocidad se iba volviendo una buena persona; por eso no hizo falta que miles de egipcios salieran a la calle del Cairo y se atreviesen a dormir con la cabeza entre las ruedas de los tanques para evitar que estos arremetieran contra la gente. El dictador de Egipto se marchó enseguida reconociendo ante los medios que había abusado del poder durante muchos años y que su país se merecía algo mejor.







Gadafi no ha roto un plato en su vida. Una tarde de febrero deicidió repartir entre los libios toda la pasta que había conseguido gracias al petróleo y se fue a vivir a una jaima en el desierto. Se puso una nariz de payaso para demostrarle a todo el mundo que lo único que quería ser en la vida era un bufón, pero un bufón bueno. Ahora Libia es un país democrático. Encabeza el avance hacia la democracia de los países árabes. Cuando se enteraron, los camellos de las tribus se pusieron tan contentos que una noche los vieron bailando sobre dos patas y entonando canciones de Edith Piaf.




Japón fue arrasado por una ola de buen rollo. Todos sus habitantes se sintieron eufóricos mientras duró y lo recordarán siempre. Se reían por tonterías como si estuviesen borrachos. No se recuerda un tsunami así en los últimos cien años de la historia del país nipón.




Al día siguiente desaparecieron todas las centrales nucleares del país y en su lugar nacieron campos de sandías. Al abrirlas sonaba "Watermelon fields forever" de los Beatles: no era de extrañar, pues tenían radiactividad por un tubo.




Y en fin, todo lo que nos han contado estos meses es mentira. Solo era un susto. Una broma. El mundo es un lugar mucho más amable de lo que parece.

viernes, 1 de abril de 2011

Un retrato de Góngora



Una casa de la villa de Madrid. 1622.
Un joven prepara el caballete y las pinturas.
Viene de Sevilla.
En Madrid
se oyen las capas y las espadas,
las campanas de los conventos.
Don Luis se sienta delante de él.
Diego empieza a pintar.
El poeta le ofrece su expresión más grave:
en su mente, hipogrifos, soledades,
laberintos de palabras,
cultismos, adolescentes,
acusaciones de judío,
peleas literarias, fracasos, sus versos y Quevedo.
Diego escoge un fondo neutro
y pinta una nariz poco cristiana.
Don Luis se levanta, cansado, después de varias horas,
de "gire vuesa merced un poco
la cabeza hacia la izquierda",
"vuesa merced no se mueva",
cansado de su mirada más profunda.
Se observa a sí mismo, reprime
una interjección de sorpresa,
(vale mucho el pincel de este muchacho)
y agradece con enorme ironía
a este Apeles tan osado,
haberle escondido algún defecto que se observa cuando se mira en el espejo.
Cuando sale a la calle
hace mucho frío, está anocheciendo
y se marcha a toda prisa hacia su casa.
Mientras, Diego limpia tranquilo los pinceles
y sonríe, seguro de su talento.

jueves, 31 de marzo de 2011

Un final para comenzar

Quien inventó el "Romance del Conde Arnaldos"
 era un genio que un día de sol se sentó en el suelo
y sobrecogido como Eurípides en la bañera
exclamó "por fin lo he encontrado".
Sabía que el Conde Arnaldos era el hombre
que todos queremos subir a bordo,
que había creado la canción más hermosa
sin ni siquiera tocar una nota,
y sabía que el final
era un final que comenzaba cientos de historias
todavía por contar.