Magrite

Magrite
¿No se caen estos señores?

jueves, 31 de marzo de 2011

Un final para comenzar

Quien inventó el "Romance del Conde Arnaldos"
 era un genio que un día de sol se sentó en el suelo
y sobrecogido como Eurípides en la bañera
exclamó "por fin lo he encontrado".
Sabía que el Conde Arnaldos era el hombre
que todos queremos subir a bordo,
que había creado la canción más hermosa
sin ni siquiera tocar una nota,
y sabía que el final
era un final que comenzaba cientos de historias
todavía por contar.